La ilustradora Isabella Cotier proviene de una familia francesa, creció en Florencia y ahora vive y trabaja en el este de Londres. Este trasfondo multicultural define su encantador espacio artístico personal. Moodboards, postales de sus viajes, imágenes de catálogos recopiladas de la National Gallery o la Wallace Collection, recortes de sus revistas de arte favoritas y personajes florentinos sirven como fuentes de inspiración para su trabajo.
Como flâneur moderna, un término francés que significa vagabundo curioso, observa a las personas y las dibuja en su cuaderno de bocetos. Maravillosamente talentosa y llena de humor, representa la a menudo pasada por alto combinación de soledad y ternura humanas en entornos urbanos, agregando color para reforzar un estado mental positivo. Su lista de clientes incluye colaboraciones con The New York Times, Vogue y Liberty.